DHQ: Digital Humanities Quarterly
2018
Volume 12 Number 1
2018 12.1  |  XML |  Discuss ( Comments )

Geografías digitales: Iluminando las relaciones espaciales en una colección de blogs literarios

Digital Geographies: Illuminating Spatial Relationships in a Collection of Literary Blogs

Translation: Alex Gil <colibri_dot_alex_at_gmail_dot_com>, Columbia University

Abstract

En este artículo, estudio la colección de blogs literarios en español que comprende Elboomeran(g), un gigantesco blog literario de más de diez años y veinte blogueros. Utilizando tanto la lectura distante como la cercana, afirmo que el contenido de los blogs revela dos componentes importantes de la estética transnacional: en primer lugar, a nivel de la poética, al igual que en el mundo analógico, seguimos observando tendencias textuales que se alejan de los temas y espacios asociados con la experiencia nacional, y el mismo reblandecimiento de las fronteras nacionales que se evidencia en la escritura latinoamericana contemporánea. En segundo lugar, el terreno en línea nos obliga a cuestionar la relación entre el espacio y la pertenencia nacional, porque sirve como ámbito para la actividad lectora posnacional sobre la base de territorios de la lengua. Ambos aspectos son centrales para profundizar el estudio de la escritura digital y el modo en que esta opera en el marco más amplio de las tendencias hacia el transnacionalismo. En el presente trabajo, considero en qué medida podemos incluir los espacios virtuales entre las variantes del extranacionalismo, dado que a nivel nacional se los sigue discutiendo.

"Con el término tecnopaisaje me refiero a la configuración global, que además es cada vez más fluida, de la tecnología y al hecho de que ésta, ya sea alta o baja, mecánica o informática, ahora cruza a grandes velocidades diversos tipos de fronteras hasta ahora impenetrables."[1] Arjun Appadurai, Modernity at Large
En mi investigación sobre literatura latinoamericana, examino la idea de que el espacio en línea puede operar como la próxima frontera para la escritura transnacional. En efecto, la web se extiende más allá del mundo analógico y refleja precisamente la tensión que existe entre lo nacional y lo transnacional en la Latinoamérica contemporánea. Hace tiempo que el terreno en línea se considera una geografía, que, además, atravesamos a diario. El uso de términos tales como ciberespacio, espacio web, sala de chat y hasta el mismo web refuerza esa idea. A mediados de la década de 1990, Arjun Appadurai dijo de nuestra era que tiene un tecnopaisaje, con lo que señalaba una materialidad imaginada. Esa descripción surge también de nuestro deseo colectivo de determinar esos espacios, quizá como reacción a su fluidez. En contraste con el tono festivo del tecnopaisaje colectivo de los años 90, el comienzo del siglo XXI trajo consigo nuevas perspectivas y una visión más compleja de la web. Se ha visto el impulso de circunscribir lo ilimitado de su naturaleza por parte de Estados Nación que se proponen segmentarla, controlarla y dividirla.
Los terrenos virtuales recuerdan la fuerza constante de los imaginarios nacionales, puesto que se hacen intentos de instaurar fronteras geopolíticas en territorio cibernético. Al mismo tiempo, los textos digitales permiten otro tipo de lectura: en lugar de considerar las obras por separado, podemos realizar un análisis agregado, o lo que Franco Moretti denomina “lecturas distantes”, para observar tendencias textuales a mayor escala y también a lo largo del tiempo. Los textos no necesitan haberse originado en la web para estar digitalizados, como lo demuestran las vastas colecciones disponibles en Google Books, a las que pueden recurrir los investigadores para analizar grandes cantidades de texto. De este modo, la capacidad de crear un panorama más amplio de la literatura solo se ve limitada por lo que está publicado y digitalizado. La literatura y la tecnología colisionan de maneras cada vez más profundas, y se sostiene en los casos estudiados en el presente trabajo que las lecturas distantes y cercanas pueden funcionar en tándem y enriquecer nuestra concepción de ambas.
En este artículo, se estudia la colección de blogs literarios en español que comprende Elboomeran(g), un gigantesco blog literario de más de diez años y veinte blogueros.[2] Utilizando tanto la lectura distante como la cercana, se afirma que el contenido de los blogs revela dos componentes importantes de la estética transnacional: en primer lugar, a nivel de la poética, al igual que en el mundo analógico, seguimos observando tendencias textuales que se alejan de los temas y espacios asociados con la experiencia nacional, y el mismo reblandecimiento de las fronteras nacionales que se evidencia en la escritura latinoamericana contemporánea.[3] En segundo lugar, el terreno en línea nos obliga a cuestionar la relación entre el espacio y la pertenencia nacional, porque sirve como ámbito para la actividad lectora posnacional sobre la base de territorios de la lengua. Ambos aspectos son centrales para profundizar el estudio de la escritura digital y el modo en que ésta opera en el marco más amplio de las tendencias hacia el transnacionalismo. En el presente trabajo, se considera en qué medida se pueden incluir los espacios virtuales entre las variantes del extranacionalismo, dado que a nivel nacional se los sigue discutiendo.[4]

I. Introducción

Igual importancia reviste el hecho de que el ámbito digital nos brinda una plataforma desde la que podemos examinar la naturaleza y distribución cambiantes de los textos. La recentralización de la industria editorial en el siglo XXI en una era de fuerzas mercantiles globales ha contribuido a la disociación de los textos latinoamericanos de las redes regionales de distribución, lo que posiblemente haya influido en las tendencias de producción artística. La literatura latinoamericana está atravesando un proceso de digitalización a gran escala, y varios actores multinacionales importantes, como Apple, Amazon y Google Play, están propagando los libros electrónicos en la región [Darnalt 2015]. El capitalismo de la imprenta tiene un papel central en el abordaje que hace Benedict Anderson de la cohesión nacional, y ese abrupto giro en la distribución nos llama la atención a la cambiante relación entre literatura y nación[5]. En efecto, la deconstrucción de esas fronteras es particularmente significativa a nivel de la distribución, la circulación y el intercambio de la información. La rápida transferencia de conocimientos que caracterizó el final del siglo XX y el comienzo del XXI ha dejado huellas profundas en la producción literaria latinoamericana, en una era marcada por el movimiento (de cuerpos e ideas) entre múltiples espacios. No hay sitio donde esas tendencias se evidencien tanto como en la web.
Figure 1. 
La portada de la revista literaria mexicana Tierra Adentro de Octubre a Noviembre de 2012.
La revista literaria mexicana Tierra Adentro ha descrito la web como un territorio expandido en el que escritor, lector y editor se reúnen de modos inesperados (Illustración 1). Al contemplar con atención la tapa de la edición de Tierra Adentro dedicada al espacio web como nuevo territorio para la literatura, se nos presenta una interesante contradicción. En ella, una pila de libros descansa sobre un molinillo de maíz, un aparato que se utiliza tradicionalmente para hacer harina para tortillas. De esa pila, emergen 140 caracteres, el límite máximo de un tweet, mientras que el ícono de Twitter hace girar el molinillo.[6] En efecto, además de la expansión del espacio por medio de la web que suponen géneros nuevos como Twitter, hay contenidos que se recrean y contraen simultáneamente, lo que, sin duda alguna, influye en la estética[7]. El espacio web “universal” llama la atención sobre la nación de maneras complejas; por momentos funciona como un ancla, por momentos como un filtro–como se ve a las claras en el caso del firewall–o incluso como un punto de partida. Al hablar de la dualidad de la web, Stephanie Schulte afirma: “Si bien podría decirse que es uno de los ejemplos más acabados de transnacionalismo y suele mencionársela como una fuerza de la globalización, Internet sigue constituyéndose a través de políticas nacionales”  [Schulte 2013]. De hecho, en línea se nota la dificultad de ubicar el sitio de la nación, dado que el IP de un sitio web puede estar en Mountain View, California, en las oficinas de Google, aunque su público se concentre mayormente en una aldea de la región del Amazonas, en Brasil. Antes que limpios y transnacionales, los ámbitos en línea son arenas culturales y políticas enredadas en un vasto mundo territorial. Es una zona gris e intermedia, donde convergen naciones e idiomas.
Los medios interactivos cambian los modos en que dialogan escritor y lector, y hacen de la alfabetización digital una labor visual conjunta. La ficción colaborativa en línea lleva esa idea más lejos que nunca, con contenidos que los autores adaptan en respuesta a los sentimientos de los lectores. Los blogs son solo una faceta más del cambio que ha sufrido el lugar de la autoría en la escritura latinoamericana contemporánea. Josefina Ludmer se explaya sobre ese cambio: “Ya rige un desinterés por la autoría como horizonte de coherencia conceptual, y también existen experiencias de autorías colectivas como la de Wikipedia, Wu Ming, y las novelas colaborativas de los blogs”  [Ludmer 2012]. Con el ascenso de esas tendencias, se vuelve cada vez más difícil definir el lugar del autor. Al mismo tiempo, la escritura en línea tiene un componente estético, como indican los 140 caracteres de la imagen de tapa de Tierra Adentro. La ciberpoética salta del texto a la pantalla y viceversa: algunos escritores, como Claudia Apablaza, hacen referencia a Twitter; otros, como Isabela Figueiredo, componen su obra en forma de tweets. En ese sentido, las nuevas formas y estilísticas de la web no están confinadas al espacio digital, sino que operan en conversación con el mundo analógico. Me dedicaré ahora a Elboomeran(g), una colección de blogs literarios cuya profusión de artículos para el análisis colectivo y profundidad cronológica permiten un valioso metanálisis.

II. Elboomeran(g): “El blog literario latinoamericano”

El nombre del sitio Elboomeran(g) es evocativo, no solo porque recuerda el vital período del boom de la literatura latinoamericana, sino también porque encuentra un sentido cíclico en la imagen del bumerán, lo que invita a los lectores a ver la blogósfera como un ámbito fluido en el que uno entra, se va y regresa. El sitio es una colección rotativa de blogs, crítica literaria y cultural, y reseñas de libros, además de una librería con enlaces directos a editoriales y periódicos, en línea desde 2005. En la actualidad, es la más nutrida plataforma de blogs literarios en español que hay en la web. Hay que señalar que está en manos de El País, lo cual permite analizar los ámbitos virtuales como transnacionales, por un lado, y también como terrenos disputados y políticos, por el otro, en los que con frecuencia se reproducen las tendencias literarias del mundo no virtual. La publicación de autores latinoamericanos depende en gran medida de conglomerados editoriales internacionales como Alfaguara (propiedad del grupo Penguin Random House desde 2013), Santillana y Planeta, todos los cuales tienen su casa matriz en España. La misma consolidación económica puede verse en línea, dado que los medios españoles también controlan muchas avenidas de escritura sobre literatura latinoamericana. Así, si bien el blog en sí mismo pertenece a un periódico español, sostengo que su contenido está guiado por escritores latinoamericanos. A modo de reflejo de la inestabilidad asociada con las esferas digitales, la sede física de El País y su blog literario Elboomeran(g) están en Madrid, aunque la dirección de IP del blog está en Barcelona. Si bien la mayoría de los blogueros son escritores de ficción — entre ellos Jorge Volpi, un prominente escritor mexicano contemporáneo, y Patricio Pron, un joven autor argentino que tiene el blog más popular del sitio — otros son periodistas, profesores, ensayistas y críticos[8]. Ese perfil variado responde al lugar cambiante de los escritores en la esfera pública, una idea reforzada por su presencia en las redes sociales. Es interesante destacar que muchos de los blogueros escriben no solo para Elboomeran(g) sino también para blogs personales, regionales y nacionales, muchos de los cuales pertenecen a grandes periódicos como La Nación y El Litoral (Argentina), Reforma (México) y El Mercurio (Chile).
El panorama se complejiza cuando se examinan algunas de las tendencias del tráfico de Elboomeran(g). La mayoria de los lectores del sitio proviene de una variedad de países hispanos que va mucho más allá de España[9]. El tráfico de datos de Elboomeran(g) refleja un público hispano que conforma una geografía lingüística o un “territorio de la lengua” que atraviesa fronteras. A fin de comprender la importancia de esa progresión, se consideran antes que nada los choques entre globalización, transnacionalismo e inglés. En su importante ensayo titulado con un interrogante, “Anglo-Globalism?”, Jonathan Arac observa:

La globalización pluraliza: abre toda cultura local, nacional o regional a otras y, de ese modo, produce “muchos mundos”. Sin embargo, esos muchos mundos solo pueden conocerse haciendo uso de un medio singular: así como el dólar es el medio del comercio global, el inglés es el medio de la cultura global, y produce “un mundo”.  [Arac 2002, 35]

En la web, se ven tendencias que ponen en tela de juicio esa afirmación con vigorosas comunidades de otras lenguas que surgen y se imponen. Aún está por verse en qué medida pueden desarrollarse como comunidades transnacionales imaginadas capaces de contrarrestar el vasto contenido en inglés que hay en la web. Sin embargo, es innegable que el público internacional de Elboomeran(g) no recurre a fuentes en inglés para interactuar en línea ni depende de periódicos ni editoriales analógicos regionales ni nacionales como fuente principal de obra y crítica literaria. Por el contrario, recurre cada vez más a la web para conectarse con contenido en su idioma al otro lado de las fronteras nacionales. Esa noción responde a la idea de una comunidad panhispánica, muy enraizada en la política lingüística. En los últimos años, la Real Academia Española (RAE) ha insistido mucho en una lengua unificada entre los muchos países alcanzados por sus políticas, por considerar esa inclusión vital para la proliferación y el futuro de la lengua española como actor global. Víctor García de la Concha (que presidió la RAE entre 1998 y 2010) afirmó que “nuestra riqueza es América Latina, y la política lingüística debe ser panhispánica”  [Otero 2004]. Eso evoca también un deseo neocolonial de España, quizá, de recuperar su estatus de potencia mundial. A juzgar por su subtítulo original, “el blog literario latinoamericano”, está claro que ya en 2005 Elboomeran(g) se proponía encabezar su colección con literatura latinoamericana, y no española. Podemos comprender mejor la relación cambiante del sitio con Latinoamérica, temáticamente y a nivel de los lectores y escritores, si observamos la transformación del blog utilizando herramientas de archivo en línea.
Puesto que la ficción latinoamericana contemporánea se ha vuelto cada vez más transdisciplinaria, se sostiene en el presente trabajo que el espacio de los blogs es tierra fértil para el análisis literario y nos ayuda a ampliar el concepto mismo de lo literario. Elboomeran(g) incluye ficción y no ficción — desde poemas y cuentos cortos hasta capítulos enteros de libros en el caso de Patricio Pron — además de comentario literario. Hay diferencias en el contenido que generan sus veinte blogueros: los escritores más jóvenes, por ejemplo, publican mucha más ficción inédita que sus pares de más edad. También hay cuestiones en torno a los derechos de autor, la privacidad, y los criterios de lo que está listo para publicarse que suelen reflejar brechas generacionales. Del mismo modo, no todos los blogueros dejan habilitada la función de publicar comentarios: algunos prefieren no hacerlo. Al adentrarse en la web, se hace cada vez más evidente que se trata de un espacio navegado y percibido de manera heterogénea, y se dejan entrever incongruencias y tensiones.
Figure 2. 
El banner oficial de El Boomeran(g) del año 2005.
Figure 3. 
El banner oficial de El Boomeran(g) del 29 de enero de 2016.
En 2005, cuando se inició Elboomeran(g), su subtítulo era “El blog literario latinoamericano”, a pesar de no contar con ningún bloguero de ese origen (Ilustración 2).[10] Si se rastrean las transformaciones ocurridas en el blog entre 2005 y 2016, los lectores pueden advertir que el sitio cambió junto con la web. Aunque mantiene su estética elegante, nuevos medios han transformado su contenido con video, feeds RSS, función de búsqueda interna y enlaces integrados[11] (Ilustración 3). También hay un cambio en el subtítulo: ya no es “El blog literario latinoamericano” sino “blog literario en español”, una diferencia curiosa dada la internacionalización de los blogueros, que pasaron de ser exclusivamente españoles a conformar una amalgama de españoles y latinoamericanos. Varios autores, entre ellos Patricio Pron, integran el contenido de su cuenta personal de Twitter e invitaciones a suscribirse a RSS y a compartir contenido en redes sociales al final de cada entrada. En su contenido de Twitter, Pron incluye también sus re-tweets, y las referencias que se hacen a él por medio del uso de @patricio_pron. De esa forma, su contenido se vuelve interactivo en lugar de estático, reflejo de los modos dinámicos en que los escritores entablan una relación con el público, en la que el lugar del autor es el de alguien accesible y presente, que está apenas a un tweet de distancia. Pron y otros escritores se abocan a un proceso interactivo de multidifusión, es decir, el uso de un canal de medios para llegar a una gran cantidad de lectores. Eso conecta comunidades en línea tanto externas como internas, que se encuentran en diversos planos. La posibilidad de rastrear esa interacción por medio de re-tweets hace del ámbito en línea un terreno rico para comprender al público del siglo XXI.
El análisis web permite ir más allá del obvio carácter internacional de la web y desafía al observador a sumergirse en tendencias nacionales, regionales, locales e individuales. Un modo de estudiar el tráfico consiste en examinar los más de 1300 enlaces que apuntan a Elboomeran(g) desde otros sitios. Al mapear los enlaces entrantes, se observa que el tráfico se concentra en Estados Unidos, el Cono Sur y Europa, aunque los hay desde tan lejos como Hong Kong[12]. El único límite para la capacidad de hacer zoom en las fuentes de tráfico son las herramientas de análisis web. La web hace honor a su reputación transnacional cuando el tráfico es denso; sin embargo, parece que son las geografías de habla hispana más que un arbitrario espacio web global las que guían a los lectores al sitio. El análisis también aborda aspectos individuales del público, que los motores de búsqueda recogen cuando los lectores están en sesión. Utilizando de nuevo los datos de Alexa.com, se puede observar que los visitantes de Elboomeran(g) son bastante jóvenes, de entre 25 y 44 años en promedio, con estudios, y mujeres en su mayoría (Ilustración 4). El histórico lazo entre “lo literario” y los lectores de élite viene al pensamiento de inmediato. Eso nos plantea una contradicción, puesto que tantos han defendido la web transnacional por tener pocas barreras de entrada y contenido de fácil acceso. Pero la accesibilidad no afecta el hecho de que el interés en los blogs literarios está vinculado a un estatus socioeconómico. Los datos demográficos cuentan otra historia, pues muestran que los espacios virtuales reproducen muchos de los mismos patrones del público analógico. Si bien el acceso a Internet se está convirtiendo en una característica elemental de la vida moderna, no todo el contenido recibe el mismo trato. Las tendencias del público femenino también reflejan el mundo analógico, y siguen señalando a las mujeres como las que más consumen ficción. Sin embargo, la escasez de blogueras en esta gran colección nos devuelve a la idea de que la web podrá ser accesible, pero no siempre es el terreno más democratizador en materia de espacio y género.
Figure 4. 
En los datos de Alexa.com, se puede observar que los visitantes de Elboomeran(g) son bastante jóvenes, de entre 25 y 44 años en promedio, con estudios, y mujeres en su mayoría.

III. El análisis textual al servicio de la poética

Al pasar del tráfico al análisis del texto, el entramado se vuelve más denso. En esta sección, se trabaja con una tajada histórica de las entradas de Elboomeran(g) de entre 2005 y 2014. En esa década, este corpus incluye 8206 entradas escritas por 20 blogueros.[13] Como humanistas digitales interesados en la literatura, entendemos que, cuanto más rico el conjunto de textos, mayor es la plataforma para la exploración. Elboomeran(g) es complejo por la cantidad de entradas publicadas con el paso del tiempo y también por la cantidad de blogueros, sin par en la web (Ilustración 5).
Figure 5. 
Esta visualización de todo el contenido de El Boomeran(g) demuestra que más de la mitad de la colección proviene de blogueros españoles.
Si se toman las entradas como agregado cronológico y se desglosan por nacionalidad, se ve que más de la mitad de la colección proviene de blogueros españoles (Ilustración 5). Ese dato es particularmente intrigante en correlación con las cinco búsquedas principales del sitio en Google[14]. Lógicamente, “Boomeran” es la primera palabra clave, mientras que las cuatro restantes son elocuentes acerca de la naturaleza del blog en su estado actual. Son cuatro nombres relacionados con autores latinoamericanos de ficción: Patricio Pron (y su apellido a secas, “Pron”), Jorge Volpi, y Edmundo Paz Soldán. Esas son las palabras que atraen más tráfico en el período estudiado, a la vez que su contenido como proporción del sitio es relativamente bajo. Si bien, por lo demás, las palabras de búsqueda son dispares, está claro que una porción considerable de visitantes llega al sitio en busca de contenidos de escritores latinoamericanos de ficción. Puesto que la colección de blogs es propiedad de El País de España, eso resulta llamativo. Parecería que el periódico español está relativamente desconectado del tráfico y el contenido del sitio, a pesar de que la mayoría de sus blogueros son de esa nacionalidad, indicio de tendencias hacia una escritura literaria en línea posnacional o desnacionalizada, y el contenido de blogueros latinoamericanos está a la cabeza de la escritura en español. Daría la impresión de que la idea de una comunidad panhispánica ha penetrado también el espacio en línea, en consonancia con lo que ocurre en la industria editorial analógica.
Figure 6. 
Esta visualización muestra que la cantidad total de contenido desde el 2005 hasta el 2014, así como la nacionalidad de los blogueros cada año. El tamaño del círculo refleja la cantidad total de contenido por año. En el 2005 y el 2006, el sitio web estaba compuesto por contenido escrito íntegramente por blogueros de origen español.
Si comparamos la nacionalidad y la cantidad de entradas a lo largo del tiempo, lo que vemos es que el sitio creció desde 2005 al tiempo que se internacionalizó, lo que quizá explique parte de los patrones de tráfico (Ilustración 6). Analizar las entradas por nacionalidad nos permite comprender algunos de los cambios que sufrieron los blogs literarios en esta década. Los primeros dos años están ocupados íntegramente por blogueros españoles — volcados, no obstante, a escribir sobre literatura latinoamericana — hasta que el blog atravesó una expansión en 2008, seguida de una ola de internacionalización de sus escritores-blogueros. También es interesante cómo interactúan los blogueros con los lectores por medio de comentarios. Contados por nacionalidad, los comentarios se incrementaron y estabilizaron en alrededor de 700 por entrada a partir de 2012, y los lectores interactúan con un conjunto de blogueros cada vez más diverso (Ilustración 7). Los comentarios son parte vital de la historia de la escritura en blogs como práctica colectiva entre lector y escritor, como propone Benkler: “Mantener los comentarios es útil para el grupo: como fuente de experiencia sobre las personas o parte de la memoria colectiva del conjunto”  [Benkler 2006]. La investigación literaria digital suele cuestionar la utilidad de esos comentarios. Si bien lo que más me interesa es la cantidad de comentarios como reflejo de una interacción agregada, los comentarios hablan del carácter colectivo de la escritura en blogs, más allá de la influencia que puedan ejercer (en contraste con la ficción colaborativa en línea). Se plantea en este trabajo, que los comentarios forman parte de la huella digital de cada entrada, lo que nos devuelve a la idea de la web como ruina, que plasma los sentimientos de los lectores de un modo que puede documentarse y analizarse. Curiosamente, el conteo de comentarios en Elboomeran(g) alcanzó un pico en 2008, cuando los blogs literarios estaban en un momento culminante en todo el mundo. En efecto, el espacio digital de la escritura en español está cada vez más enraizado en las redes globales.
Figure 7. 
Se visualizan aquí todos los comentarios de lectores desde el 2005 hasta el 2014, según el volumen de comentario y la nacionalidad del bloguero.

IV. Del agregado a lo individual: Patricio Pron

Abordar los blogs como corpus nos permite capitalizar más de 8000 entradas y 100 000 palabras únicas a lo largo de los diez años de historia del sitio. Antes de explorar patrones textuales generales, se comenzará por poner de relieve el aporte de Patricio Pron a la colección. He elegido a Pron para un análisis detallado porque resulta uno de los escritores más llamativos de la colección según las palabras claves al sitio y su tráfico más reciente. Patricio Pron es un escritor argentino, nacido en 1975 en Rosario, doctorado en filología en Göttingen, Alemania. Actualmente vive en Madrid y escribe para varios diarios y publicaciones literarias nacionales e internacionales, en línea y en papel.[15] Pron alterna entre distintos géneros literarios: ha publicado colecciones de cuentos cortos, novelas, ensayos y crítica literaria. Una de sus obras más recientes es El libro tachado: prácticas de la negación del silencio (2014), un estudio biográfico de un espectro global de autores. Pron empezó a escribir para Elboomeran(g) en febrero de 2010 y, desde entonces, ha escrito más de seiscientas entradas, entre las que se cuentan artículos suyos publicados previamente en otros medios, como El País, y ficción de su autoría. En su blog, el autor reflexiona sobre muchos de los mismos temas que comenta en ediciones impresas: por ejemplo, el arte de escribir y de leer, y el estado de la crítica literaria, al tiempo que habla sobre diversos escritores latinoamericanos e internacionales. Algunos temas recurrentes son la identidad nacional, la migración, la vida en el extranjero y su conflictiva relación con Argentina. En una entrada titulada “La idea de un país”, de mayo de 2011, Pron escribe:

Nací en un país que se dirigía irremisiblemente hacia un golpe de Estado y crecí bajo una dictadura militar. Que ese país, o sus instituciones, estuvieran en guerra contra mis padres y los otros integrantes de su generación por defender estos una idea de mayor justicia para todos, de soberanía política y de independencia económica, tiene poca importancia aquí, aunque quizás también sirva para explicar cuál es mi punto de vista sobre este tema.

Al igual que muchos jóvenes argentinos de su generación, Pron expresa un desencanto político en este y otros escritos, punto de vista que advierte de la estética desnacionalizada que prevalece en su obra. Más que una negación o un rechazo de su argentinidad, observamos un cuestionamiento y una postura crítica. Más adelante en esa misma entrada, se refiere a la autonomía política catalana en la víspera de una elección por la soberanía estatal en España. Aunque no se opone a la independencia, Pron detalla su escepticismo sobre la condición de Estado en general y aboga por tener “menos países en vez de tener más”.
En una entrada de Agosto de 2014, “Un país excesivo”, Pron aborda el perfil elusivo y hasta mítico de la patria describiendo cómicamente a los ciudadanos argentinos como una raza mítica que entra a las librerías con la esperanza de hallar un “mapamundi de Argentina, y nunca lo encontramos”. El autor reflexiona sobre el desproporcionado nacionalismo argentino, que relaciona con una autoestima exagerada. En consonancia con su aversión a la idea de nación, Pron suele observar la tensión que se genera entre las editoriales locales y regionales cuando compiten contra sus pares transnacionales (en su mayoría, españolas). Sus reflexiones son reveladoras en tanto llaman la atención sobre algunas de las cuestiones más generales que hay en juego en el transnacionalismo. En una entrada particularmente perspicaz, titulada “Edición y moral”, observa:

En Chile, entre la minoría que se ocupa de estas cosas, se ha extendido, y con virulencia, el discurso contra ‘las transnacionales’ del libro, las que serían las responsables de todo mal, mientras que las editoriales ‘independientes’ gozan de una predisposición positiva, insisto, entre la minoría que se ocupa de estas cosas, que sin mayor reflexión tiende a conferirles en bloque un estatus moralmente superior que no todas merecen.

Según Pron, la tensión entre las pequeñas editoriales independientes y los grandes conglomerados ha dado un giro innecesariamente moralista. En el blog, y en su obra en general, el autor cuestiona esas normas y elige escribir para una variedad de fuentes que exceden cualquier lugar determinado. Quizá más que ningún otro escritor de la colección de blogs, Pron encarna la idea de un escritor desterritorializado: hace de la lengua su territorio, viaja mucho, escribe para diversos medios nacionales y vive en el corazón de España. Esa fluidez se refleja también en los idiomas a los que hace referencia, pues Pron incorpora obras en alemán e inglés que comenta en español para atender las necesidades de sus lectores.
El análisis de puntos de referencia geográficos en un blog global que abarca seiscientas entradas revela profundas complejidades. Si bien el lugar al que más hace referencia Pron es Argentina (330 ocurrencias) la palabra “país”, más general, aparece 302 veces, lo que quizá revele una relación más amplia con ese concepto, no predeterminada por un proyecto literario ni por un terreno específico, sino más bien una idea móvil de país. También hay otras palabras que explican su blog: la palabra “español” se usa 237 veces, ya sea para referirse al idioma o como adjetivo o sustantivo gentilicio. En cuanto a lugares más específicos, Pron cita a Madrid más que a ninguna otra ciudad: aparece 150 veces en los cuatro años de historia del blog. No es de extrañarse, puesto que el autor reside en Madrid y escribe para varios canales de noticias españoles. París es la segunda ciudad más citada, con 116 menciones, solo detrás de Chile, con 120. Así podemos empezar a construir una representación especial, que eclipsa a Argentina, España y aun a Latinoamérica.
Figure 8. 
Una visualización de los quince sustantivos más frecuentes en todo el contenido del blog de Patricio Pron, desde su comienzo hasta finales del 2015.
Si observamos la frecuencia de mención en una visualización circular similar a la de más arriba, la escritura de Pron pinta un cuadro interesante (Ilustración 8). Las palabras “literatura” y “obra” son las más mencionadas: 1163 y 1110 veces respectivamente. De hecho, la no especificidad y el carácter universal de los sustantivos principales es lo que llama la atención; los sustantivos que más aparecen son “obra”, “libro”, “escritor”, “vida” y “años”. Si bien la prominencia de esas palabras puede parecer un tanto obvia dada la naturaleza del blog, al compararlas con el análisis agregado de la siguiente sección, se destaca su frecuencia similar, lo que traza una imagen algo descentralizada. En rigor, no parece haber tema bajo el gran paraguas de la literatura, sino más bien una corriente subterránea de intereses literarios comunes que guían la escritura de Pron.

V. Ampliando la mirada: Análisis de texto agregado

Si en lugar de una visualización de seiscientas entradas se toma una de más de ocho mil, lo que se obtiene es una vista panorámica de Elboomeran(g). La apertura de la visualización para incluir a veinte blogueros revela la poética de la escritura digital literaria de la colección, mucho más allá de las tendencias individuales y nacionales. Se propone en este trabajo, que esa visualización nos ayuda a comprender mejor un componente del transnacionalismo, dada la creciente importancia de las comunidades de escritura digital en el mundo hispanoparlante. En lugar de analizar únicamente la nacionalidad de los autores del blog, se sugiere que el espacio digital puede entenderse de manera abarcadora como su propio espacio en el que los escritores se unen sobre la base de intereses, idiomas, experiencias o profesiones comunes, que no se correlacionan con la composición nacional de las entradas en su conjunto. Si se aislan algunos de los sustantivos y adjetivos principales, se nota que este grupo de blogueros está ocupado con discusiones sobre el mundo.[16] La palabra “mundo” aparece más de seis mil veces en los diez años de vida del sitio, y es el sustantivo más frecuente (Ilustración 9).
Figure 9. 
Una visualización de algunos de los sustantivos y adjetivos más frecuentes en todo el contenido de los blogs de El Boomeran(g), desde su comienzo en el 2005 hasta finales del 2015.
A pesar de las nacionalidades diversas de los blogueros — entre ellas la argentina, la boliviana, la chilena, la mexicana, la nicaragüense, la peruana y la española (para no mencionar los casos de autores que escriben como expatriados, viajantes o nativos) — ningún punto de referencia nacional determinado surge en este conjunto, una atractiva visualización del espacio y las fronteras. Eso no significa que los escritores no aborden su experiencia local, nacional o regional, como vimos en el caso de Patricio Pron, que suele escribir más que nada sobre Argentina. Pero sí es un indicio de que, colectivamente, escriben con más frecuencia sobre el mundo que sobre ningún país en particular. Si los escritores-blogueros están más abocados al mundo a causa del medio transnacional que se les ofrece en el terreno digital o de motivos menos evidentes aún está por desentrañar. Tampoco queda claro qué direcciones toma la palabra “mundo”; los autores ciertamente se refieren al mundo como algo más que una ubicación geográfica, y como un lugar de experiencia humana colectiva en el que entran en contacto con otros, o, para tomar la idea prestada de Heidegger, el mundo “significa la accesibilidad de los seres como tales, más que los seres en sí mismos”  [Heidegger 1995].[17] Ese retorno a lo colectivo también invita a la reflexión, a pesar de no condecirse con el transnacionalismo ni las geografías universales. Naturalmente, el mundo también puede estar relacionado con títulos de libros, diarios, revistas, etc. Pero, más allá de sus desviaciones, se trata de un hallazgo estimulante para el análisis de la escritura digital.
También tienen prevalencia otras palabras espaciales, como “territorio”, “tierra” y “espacio”. Los adjetivos “nacional” e “internacional” aparecen alrededor de 1000 veces, y la primera supera a la segunda por apenas 27 ocurrencias. Dada la constante prominencia de la idea de nación en el imaginario global, esa frecuencia tan similar es provocativa. ¿Cómo cambiará esa tendencia en los próximos cinco años? En 2020, ¿seguirá el adjetivo “nacional” a la cabeza por un margen estrecho? Curiosamente, esas palabras se ven seguidas de cerca por “global”, con poco más de 900 menciones, lo que reitera el foco en el mundo. Otras palabras que nos llaman la atención son “historia”, “memoria” y “origen”. También se destacan palabras como “futuro” y “consecuencias”, que hablan de una preocupación con el tiempo, la tercera palabra más popular en el blog, solo a la zaga de “mundo” y “vida”. “Poder”, “lenguaje”, “experiencia” y “cultura” — conceptos huidizos en el siglo XXI y en primera fila de nuestro trabajo sobre transnacionalismo — también se mencionan numerosas veces. La cantidad de dicotomías que se hacen presentes reflejan algunas de las tensiones de la vida contemporánea, como el contraste entre lo nacional y lo internacional o global.
Las vías que plantea este conjunto de textos para nuevas investigaciones son incalculables. Sería interesante mapear frecuencias en distintas geografías, pero, hasta ahora, no existen léxicos geográficos exhaustivos en español ni en portugués. Será la función de los humanistas digitales interesados en la literatura crearlos. Para llevar la cuestión aún más lejos, podrían redactarse diccionarios regionales a fin de hurgar más hondo en la experiencia local. Pueden realizarse varias comparaciones entre blogueros a lo largo del tiempo, una perspectiva particularmente atractiva si se compara por nacionalidad, edad del bloguero o ubicación geográfica. Dada la internacionalización de los blogueros de Elboomeran(g), me resulta sugestiva la idea de visualizaciones que aborden el contenido en relación con esa transformación. Eso podría hacerse por año y entre blogueros. Volviendo a los comentarios, es de particular interés efectuar análisis de opiniones o emplear bancos específicos de palabras para medir el tono de la interacción de los lectores en el sitio o en las redes sociales en general. Aunque, más allá de los números, este vasto conjunto de comentarios excede el alcance de este artículo, se considera importante conocer las opiniones de los lectores porque ayudará a comprender el lugar cambiante de la lectura y la escritura en el siglo XXI. Dada la prominencia de los blogs nacionales, regionales y personales, el panorama del contenido en línea y el transnacionalismo se vería enriquecido si comparáramos sus poéticas y tendencias de escritura. Lo que queda claro en esta somera exploración es que la capacidad de abordar los textos está limitada únicamente por la imaginación, las herramientas y los parámetros de los proyectos.

VI. Los ámbitos virtuales como espacios extranacionales

Por último, quisiera volver a la idea de la web como espacio nacional disputado y considerar qué implica esto para el futuro de la escritura digital y el transnacionalismo literario. Como se vió en el análisis de los blogs, Internet ofrece un territorio expandido para la interacción global sobre literatura latinoamericana y se ha internacionalizado cada vez más en contenido y canales. Sin embargo, existen métodos considerablemente eficaces de controlar la web de acuerdo con las necesidades nacionales, como se observó en ambos blogs. En el pie de página de Elboomeran(g) hay un enlace a un documento jurídico que supedita todo su contenido a la ley española (Ilustración 10).
Figure 10. 
En el pie de página de Elboomeran(g) hay un enlace a un documento jurídico que supedita todo su contenido a la ley española.
Aquí, la importancia del lugar pasa al frente de inmediato. La primera cláusula estipula: “La entidad titular de esta página web es: FUNDACIÓN SANTILLANA, con domicilio en calle Gran Vía, 32, 28013 Madrid, con número de CIF: B-28/983500, inscrita en el Registro Mercantil de Madrid al tomo 485 general, 458 de la Sección 3ª del Libro de Sociedades, folio 36, Hoja número 64.401, inscripción 1ª. Correo electrónico de contacto: blog@elboomeran.com”. No solo se tiene una coordenada exacta, una dirección postal, una ciudad y el lugar de registro en el sistema jurídico español; también existe una dirección de correo electrónico a la que enviar consultas. Todos esos indicadores de lugar son importantes en tanto sirven para anclar contenido fácil de copiar y pegar en el mundo digital, contenido que puede ser compartido como no puede serlo el libro material. Ese aviso jurídico no solo sugiere propiedad: traza una línea en la arena. Lo que suscita una sonrisa de la dirección de correo electrónico como lugar de consulta es su naturaleza resbaladiza; el correo electrónico existe tanto en el terreno virtual como en un servidor, en este caso no en Madrid sino en Barcelona. No dejar una dirección digital puede parecer descuidado, en especial en vista del medio del que se trata. Trasladarse a la calle Gran Vía parece poco probable para los usuarios de todo el mundo que acceden a través de la web. En efecto, la web está marcada tanto por la acción como por la inacción, lo que refuerza su dimensión espacial. En última instancia, el estado del sitio habla del modo en que una editorial puede afectar los patrones de tráfico. Los sitios pueden estar en un estado de deterioro, lo que ilumina, en parte, la conexión entre la industria editorial, la circulación literaria y el contenido web.
Durante la década de 1990, se propagó la opinión de que Internet podría proporcionar un paisaje en el que las políticas nacionales eran no solo innecesarias sino también injustas, y de que la web debía ser abierta, colectiva y transnacional. En efecto, a eso se refiere Appadurai en el epitafio cuando comenta la noción de un tecnopaisaje [Appadurai 1996]. El fervor que infundían las posibilidades de la web se encarnaba en una idea acuñada por Morozov, denominada “ciberutopismo”, es decir, la noción de que en línea existía un nuevo tipo de utopía, un espacio posnacional[18]. No obstante, desde la década de 1990, se ha aprendido mucho sobre las limitaciones de la web en su carácter de libre y democrática. Se ha notado que las grandes corporaciones y los gobiernos controlan la velocidad y el contenido, y el modo en que los usuarios interactúan con él, lo que pone en tela de juicio la neutralidad neta y la idea de que todo tráfico en la web debe considerarse igual. Un aspecto que suele soslayarse es que Internet depende considerablemente del mundo físico: los servidores, los cables subterráneos de telecomunicaciones, etc., todos los cuales están atados a las realidades geopolíticas de los Estados nación. La especialista en Internet Merlyna Lim discute la falsa ilusión que rodea a la web global afirmando que, en todo caso, se ha vuelto más local que antes: “Internet no es verdaderamente global ni verdaderamente nacional: está en el medio. Siempre fue así, y la idea de que Internet es totalmente global es una ilusión. ¿Comunidades globales? Nunca las hubo. Internet se ha vuelto más local en muchísimos aspectos”  [Holpuch 2015]. Si bien eso puede ser cierto en lo que respecta a la seguridad en línea, los firewalls y la infraestructura, se argumenta en el presente trabajo que la web opera en muchos planos y es nacional y local al mismo tiempo, e inequívocamente transnacional en su alcance. Más aún, la existencia de comunidades imaginadas en línea, como se analiza aquí, más allá de su influencia política, puede verse en usuarios que se unen en torno a una lengua o intereses comunes.

VII. Conclusión

A pesar de su carácter disputado, o tal vez precisamente a causa de él, los espacios virtuales demuestran que la idea de nación se mantiene vigente en el espacio digital. Se afirma aquí que, más que servir como reemplazo o rechazo de la nación, la web permite a los lectores ampliar su visión de las fronteras, los sujetos nacionales y la pertenencia nacional. Lo que se evidencia al alejarnos de la literatura que emplea entornos o protagonistas nacionales, contrastada con las ficciones fundacionales de consolidación nacional (descritas por Doris Sommer) del siglo XIX, es que la división misma entre nacional y transnacional es precaria y, en ocasiones, injustificada [Sommer 1991]. Como ocurre con cualquier texto de ficción, la escritura literaria en línea nos desafía a definir qué es la nacionalidad y qué significa en el siglo XXI. Además del perfil transnacional de Patricio Pron, vemos casos como los de Edmundo Paz Soldán, un boliviano doctorado en Berkeley que vive en Ithaca, Nueva York. Ubicar la nacionalidad entre las características de la autoría es casi tan escurridizo como ubicarla en una dirección de IP, porque no es más que un indicador entre muchos otros. Dicho esto, el análisis web nos permite percibir los espacios virtuales con mayor profundidad y nos ayuda a comprender el territorio de la lengua en el que las cosas convergen y se cruzan, al tiempo que proporciona información geográfica a nivel nacional, regional y local.
Con la creciente capacidad de la tecnología de satisfacer las demandas del multilingüismo y de ofrecer plug-ins para permitir la escritura de caracteres especiales, nos vemos en condiciones de superar la “intraducibilidad” de grandes volúmenes de contenido web extranjero sosteniendo su idioma original. Eso permite evitar la naturaleza ambigua de la traducción y las barreras lingüísticas inherentes en los textos extranjeros. En lugar de fusionar textos digitales en español con el depósito de literatura global convirtiéndolos al inglés, lo cual resulta particularmente tentador dada la posibilidad de emprender traducciones a gran escala con herramientas como Google Translate, nuevas herramientas de análisis textual para lenguas específicas permiten el análisis del idioma original. Si bien muchas de esas tecnologías recién empiezan a desarrollarse, se acepta cada vez más que el software lingüístico que distingue entre mayúsculas y minúsculas es invaluable. Si bien esto puede suceder por motivos que tienen más que ver con la macroeconomía que con los estudios literarios, nuestra disciplina se ve inmensamente beneficiada con estos cambios. El análisis de textos con parámetros más sutiles como nacionalidad, región y género amplía la capacidad de preservar lo intraducible cultural para no suponer una aplicabilidad nacional ni universal.
Volviendo a la idea de lecturas distantes, también es de vital importancia considerar la diferencia regional y nacional. Si bien hace ya tiempo que la narratología examina textos desde una perspectiva agregada, los avances tecnológicos recientes, sobre todo en línea, permite el análisis de textos con más rapidez y agilidad. Franco Moretti dijo hace poco: “En los últimos años, los estudios literarios experimentaron lo que podríamos llamar el surgimiento de la evidencia cuantitativa. Por supuesto que eso ya había pasado antes, sin producir efectos duraderos, pero es probable que esta vez sea distinto, porque esta vez tenemos bases de datos digitales y recuperación automática de datos”  [Moretti 2005]. En este análisis, se crearon dos visualizaciones en función de la frecuencia de las menciones para analizar contenidos de blogs de distintas magnitudes. El carácter digital del contenido de la web hace tentadores los macro y microanálisis. Sin embargo, en lugar de ver ambos enfoques en mutua oposición, se sostiene que pueden funcionar en tándem, enriquecerse entre sí y permitir diversos niveles de especificidad. En las visualizaciones de frecuencia no se debe suponer que se habla un solo español en todo el continente americano, mucho menos en todo el mundo panhispánico. Al emprender lecturas distantes, hay que reconocer sus limitaciones antes de comenzar, y ver los gráficos que surgen de grandes cantidades de texto como un trampolín más que como una explicación genérica para una pregunta estética o temática determinada. Esas limitaciones han llevado a muchos teóricos de la literatura comparada y mundial no solo a cuestionar la combinación de lecturas cercanas y distantes, sino también a considerarlas inherentemente discordantes. Ya en 2001, Lev Manovich llamó a esos dos métodos “enemigos naturales”  [Manovich 2001]. Ese temor se hace sentir tanto de arriba hacia abajo (de distante a cercano) como de abajo hacia arriba (de cercano a distante); Wilkins, por ejemplo, declaró que este nuevo acto de lectura nos hará “peores lectores cercanos”  [Gold 2012, 256]. Se discutiría ese argumento un poco y se afirmaría que la mera empresa de un macroanálisis no borra ni socava nuestra relación íntima con un texto determinado. En cualquier abordaje integral, deben inspeccionarse ambos modos de lectura.
Uno de los aspectos más atractivos del análisis agregado es que se puede explorar más que explicar las tendencias textuales. En lugar de utilizar visualizaciones para clarificar o justificar lo que ya se sabe acerca del transnacionalismo, se les debe hacer preguntas a nuestros datos, textos y gráficos. Por ejemplo, la palabra “mundo” de Elboomeran(g) podría descomponerse en una serie de instancias en lugar de verse como una masa de texto, lo que nos permitiría volver a pasajes determinados (lecturas cercanas) para desarrollar e investigar esos temas. El análisis de texto a gran escala saca a la luz cosas que de otro modo quedarían ocultas o invisibles. Eso se debe a que no hay otro modo de ver esas tendencias que empleando herramientas de análisis a gran escala, puesto que el cuerpo humano nos limita a una sola lectura. La idea de relevancia textual es importante a la hora de elegir no solo qué pertenece al canon sino también qué tiene valor literario en un mundo cada vez más digital (y más abierto a textos digitales). Que podamos incluir una gran variedad de textos en un análisis a gran escala no significa necesariamente que convenga hacerlo. No todos los textos pueden ni deben considerarse iguales, más allá de lo accesibles que sean para incorporarlos en nuestras herramientas. En el progreso en las humanidades digitales, se debe desarrollar criterios que permitan distinguir los análisis textuales a gran escala valiosos para los estudios literarios.
Dada la dificultad de plasmar una estética literaria de manera sistemática sin sacrificar profundidad ni amplitud, la lectura distante ofrece una gran oportunidad para el transnacionalismo. A pesar de las muchas ventajas de la lectura cercana, la lectura distante abre una magnitud con la que es difícil compararse. Más grande no siempre es mejor, pero en materia de uso de la lengua y comprensión del espacio, inquietudes centrales de este trabajo, esa escala es invaluable. El análisis de textos es mucho más que un conteo de frecuencias. Se puede buscar cualquier palabra/tema en un vasto depósito y luego concentrarnos en ella. Se puede observar cómo funcionan juntas palabras y frases empleando el análisis semántico, volviendo al contexto de esas palabras y frases. En mi análisis de Patricio Pron, se buscaron palabras como “nación” y “transnacional” para extraer ejemplos de su blog, y encontrarlas permitió hacer lecturas cercanas de esos pasajes. Además, cuando se trata de entradas de blogs, es posible distinguir los escritos de acuerdo con la hora en la que fueron subidos, una variable fascinante si se tiene en cuenta el elemento del tiempo. ¿Sobre qué escriben los escritores en sus blogs, cuándo y desde dónde? Con la difusión de la tecnología de posicionamiento global (GPS), hasta podríamos estar en condiciones de determinar la ubicación de los escritores y mapear su producción sobre la base de esas coordenadas, aun en tiempo real. La cuestión de la muerte del autor cobrará nuevos sentidos a medida que tomemos decisiones como lectores sobre el modo de examinar literatura separada del proceso del escritor. Sin embargo, algunas elecciones subjetivas siguen en manos del autor en el mundo digital, como se vió con la posibilidad de inhabilitar la función de comentario en los blogs. Aun así, dadas las ramificaciones que tiene la tecnología en la escritura, bien vale ese análisis.
También se puede buscar referencias geográficas, analizar referencias a otras obras u otros autores, y hacer redes intertextuales visibles; se puede examinar referencias sobre la base de nombres propios, analizar cómo cambió con el paso del tiempo el lenguaje literario en español y en portugués, y abordar mejor cuestiones de género y disciplina. Además de los blogs, cada vez se digitalizan más novelas, poesías y cuentos cortos de diversas maneras, quizá más que nada en Google Books y Amazon. Con esa digitalización, avanza también la capacidad colectiva de investigar la poética del espacio en la literatura latinoamericana contemporánea. Todo esto nos ayudará a mapear coordenadas locales, regionales y nacionales en textos ya escritos y futuros. No se pretende que las actividades digitales vayan a reemplazar el acto íntimo de leer ni la dedicación teórica, pero sería un acto de miopía desdeñar este nuevo modo de abordar la literatura. En la era moderna, a todos nos incumbe el ámbito virtual, ya sea por los archivos, los programas de mapeo, las publicaciones en línea, los libros en línea o el propio uso de la web, que ya lleva décadas conectando a investigadores con diversos materiales.
Figure 11. 
Visualizar los datos extraídos nos permite comprender mejor la estructura de la información. Cada cuadrante representa a un bloguero, y cada subcuadrante, un año. Cuanto mayor es el cuadrante, mayor es la cantidad de entradas.

Abstract

In this article, I study the collection of literary blogs in Spanish that composes Elboomeran(g), a vast literary blog of more than ten years and twenty bloggers. Employing both distant and close readings, I argue that the content of the blogs reveals two important components of transnational aesthetics: first, at the level of poetics, we continue to observe textual tendencies that move away from the themes and spaces associated with national experience, and the same softening of national borders that is evident in contemporary Latin American writing. Second, the online terrain forces us to question the relationship between space and national belonging because it serves as an arena for post-national reader engagement based on language territories. Both aspects are central to furthering scholarship on digital writing and the way it operates within the broader framework of trans-nationalism. In the present work, I consider to what extent we can include virtual spaces as a variants of extra-nationalism, given that they continue to be contested on a national level.

Note on Translation

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Notes

[1]  Todas las traducciones de citas académicas y referencias fueron realizadas por la traductora argentina Carolina Friszman.
[2]  Este estudio fue realizado en enero de 2015 y todos sus datos corresponden a esta fecha.
[3]  En este artículo se discutirá la idea de una estética transnacional. Esta estética se define tanto al nivel poético como al nivel temático. En la literatura contemporánea se puede observar una flexibilidad y una abertura en el tratamiento espacial de escenarios y protagonistas, marcadas por una preferencia a lo global. Por ejemplo, se ha visto un aumento en la cantidad de narrativas multi-territoriales, que transcurren en varios lugares, y menos correlación entre el lugar de origen del autor y los escenarios de su producción literaria. Hay varios estudios sobre este fenómeno en la literatura latinoamericana contemporánea, entre ellos Beyond Bolaño (2015) de Héctor Hoyos, que examina la representación de la globalización en la ficción latinoamericana posterior a 1989, así como el reciente número especial de la Revista de Estudios Hispánicos (2012), editado por Aníbal González, cuya propia contribución al post-nacionalismo ha sido significativa. Otra obra notable dentro de esta temática es: The Art of Transition: Latin American Culture and Neoliberal Crisis (2001) de Francine Masiello, que contribuye a nuestra comprensión de la producción cultural y el capitalismo global en la región. Las reflexiones de Josefina Ludmer sobre los rasgos estéticos de su literatura más contemporánea también son considerables, entre ellas Aquí América Latina: una especulación (2010), que incluye un argumento sobre la plasticidad de la representación del espacio en la producción literaria actual.
[4]  El extra-nacionalismo se define por una ruptura completa entre el lugar de origen del autor y los protagonistas y escenario de su narrativa. Un ejemplo sería El viajero del siglo (2009) del escritor argentino, Andrés Neuman, que tiene lugar en Alemania en el siglo diecinueve con protagonistas de varios países, y ningún argentino entre ellos.
[5]  Anderson sostiene: “Se había lanzado la búsqueda, por así decirlo, de un modo nuevo de vincular significativamente la fraternidad, el poder y el tiempo. Quizá nada haya precipitado tanto esa búsqueda ni la haya hecho tan fructífera como el capitalismo de la imprenta, que permitió que una cantidad de personas en rápido aumento pensaran por sí mismas y se relacionaran entre sí de maneras profundamente novedosas” (56).
[6]  Esta tapa también responde a la iconografía universal de la web: el pequeño pájaro azul, ícono de Twitter, hace girar la rueda, mientras que en el suelo descansan varias pelotitas que representan imaginería de la web. En ese sentido, el molinillo literalmente aplasta libros para producir símbolos de la web.
[7]  También se observa una serie de símbolos que han llegado a formar parte de la imaginería transnacional de la web en forma de las pelotitas que se ven a los pies de la tapa. Se ven los signos de “arroba”, “me gusta”, “hipervínculo”, “correo electrónico” y “video”. Eso habla de la naturaleza universal de los íconos relacionados con la web, que trascienden toda nacionalidad.
[8]  Los veinte blogueros son: Félix de Azúa (España), Joana Bonet (España), Patricio Pron (Argentina), Vicente Verdú (España), Javier Fernández Castro (España), Jesús Ferrero (España), Vicente Molina Foix (España), Rafael Argullol (España), Eduardo Gil Bera (España), Basilio Baltasar (España), Sergio Ramírez (Nicaragua), Iván Thays (Perú), Lluís Bassets (España), Vicente Luis Mora (España), Roberto Herrscher (Argentina), Edmundo Paz Soldán (Bolivia), Víctor Gómez Pin (España), Julio Ortega (Perú), Jorge Volpi (México) y Juan Pablo Meneses (Chile). Cabe destacar que hay una sola mujer entre los blogueros del sitio.
[9]  Los datos sobre tráfico están tomados de Alexa.com, un sitio de Amazon dedicado a la cuestión del tráfico, del año 2013-2015.
[10]  Así se veía el encabezado original de 2006. Nota: “El blog literario latinoamericano”
[11]  Aquí se ven los marcados cambios en contenido, que incluye la incorporación de enlaces a redes sociales, video y feeds RSS, y una función de búsqueda interna.
[12]  Los 1300 enlaces entrantes al sitio fueron tomados de Alexa.com.
[13]  A fin de analizar el sitio, se utilizó una herramienta de web scraping llamada WinHTTrack. Esta tecnología atraviesa el sitio y lo guarda en archivos que reflejan el original. Los cuadrantes de la visualización representan a los blogueros agrupados por mes y kilobytes (volumen de entradas de blog). Para crear un agregado del contenido tomado de las carpetas, se empleó la línea de comando para navegar en esas carpetas y analizar variables tales como nombre del bloguero, nacionalidad, fecha, hora, cantidad de comentarios, contenido completo de la entrada y título. En total, se reunió más de medio gigabyte de código HTML. En Excel, se aplicó una fórmula matricial para crear las visualizaciones. Cada entrada fue un caso, y utilicé un software llamado Provalis para analizar variables. Como se menciona en una nota al pie anterior, usé QDA Miner y Simstat para determinar frecuencias de aparición de palabras y las importé en Tableau para crear visualizaciones (textuales y numéricas).
[14]  Las siguientes palabras clave están tomadas de Alexa.com: 1) Boomeran (15,25%) 2) Patricio Pron (12,09%) 3) Pron (8,37%) 4) Jorge Volpi (6,67%) y 5) Soldan (3,63%). El percentil restante está compuesto por una gran variedad de búsquedas; estas son solo las cinco principales.
[15]  Por ejemplo, diarios argentinos como La Capital de Rosario y El Litoral de Santa Fe, además de la edición uruguaya de El País, el diario español ABC y las revistas literarias españolas de Occidente y Letras Libres.
[16]  Para dar una referencia de comparación, los diez sustantivos más frecuentes son: 1) mundo (6178); 2) vida (6196); 3) tiempo (4333); 4) historia (3770); 5) momento (3039); 6) forma (3028); 7) lugar (2880); 8) libro (4230); 9) manera (2483); 10) modo (2480).
[17]  Heidegger escribe: “De acuerdo con nuestra investigación, la accesibilidad de los seres, y en rigor de los seres como tales, es una característica del mundo. La esencia del mundo no se agota en esa determinación. De hecho, la pregunta es si esa característica anuncia algo de la esencia más profunda del mundo o si es solo una determinación que se sigue de esa esencia” (279, cursiva del original).
[18]  En su provocativo manifiesto, “A Declaration of the Independence of Cyberspace” (“Una declaración de independencia del ciberespacio”), John Perry Barlow afirma: “Los gobiernos toman sus Justas facultades del consentimiento de los gobernados. Ustedes no solicitaron ni recibieron el nuestro. El ciberespacio no está dentro de sus fronteras. No crean que pueden construirlo como si fuera un proyecto de obra pública. No pueden”. En congruencia con la idea del contenido web universal y de la ciudadanía global, Barlow publicó su obra en línea con la esperanza de una diseminación masiva.

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